Crónica de un viaje postergado

Viajar es algo que me gusta demasiado y por desgracia no tengo la posibilidad de hacerlo tan seguido (refiriéndome en cuanto a permanecer en otro lugar un tiempo). Esta preferencia será, tal vez, por mi descontento por la ciudad en la que vivo (Rosario) y también por mi agrado a la ciudad a la que hubiese partido por no más de unas 20 horas.
Con la facultad la idea era hacer un viaje a la ciudad de Buenos Aires donde, entre otras cosas, ibamos a presenciar el programa Caiga quien Caiga (CQC). Como este viaje es de un costo accesible, muchos se habían anotado a la lista para partir en el micro, y por ende cualquier cuestión que se produjera iba a ocasionar que mucha gente se "quejara".
El tema es que, como la ubicación del programa se cambió de día (de martes a lunes), no hubo posiblidad (?) de adelantar un día el viaje para así poder completar los lugares y programas a visitar. Todo bien, no es su culpa que a SÚ se le ocurra seguir robando con ese programa cavernícola, pero la desorganización llegó a un punto cúlmine: nadie avisó, los que se enteraron fue porque fueron a preguntar y seguramente esta noche (madrugada de martes) habrá gente esperando en el lugar predeterminado, porque es casi imposible que el 100% de las personas sepan sobre este desperfecto.
Así que, gente del centro de estudiante (mi bronca me hizo olvidar nombrarlos), antes de hacerse los revolucionarios y querer agruparse para afrontar el sistema capitalista (?), aprendan en primer término a organizar un partido de fútbol (lo ampliaré en otro momento), segundo un viaje que ni siquiera ustedes disponen (sólo arman las listas) y después, ni siquiera sé si en tercer lugar, intenten ser una juventud socialista, que ni para eso sirven.
Mientras, yo, espero a nuevo aviso... de señales de humo.